¡¡¡¡Gracias Santidad!!!!

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jueves, 25 de agosto de 2011

La debilidad del mal.

A raíz de la violencia vivida en las calles de Madrid, en torno a la Puerta del Sol,he decidido copiar un articulo del cual solamente voy añadir un detalle. Este consiste en que uno de los que vivió esa violencia y tuvo que salir escoltado por la Policia al predicar en una iglesia madrileña fue nuestro Arzobispo.---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Los cabreados hermanos laicistas tuvieron su oportunidad de oro el pasado viernes. Los legionarios, a paso ligero, llevaban a su Cristo a la iglesia arzobispal castrense. Era el momento oportuno para colocarse a la salida de la iglesia y decirles a voz en grito a los legionarios que desean una España laica, que los uniformes los han pagado ustedes, y que si quieren ir con el Cristo que vayan de paisano. No hay güevos. Porque los legionarios lo mismo se cabrean y sueltan dos mandobles, y un legionario soltando mandobles es algo que da muchísimo respeto. Tampoco he tenido noticia de una sola protesta ante las comunidades islámicas por el trato que dan a la mujer, o por la aplicación de la pena de muerte a los homosexuales. La verdad es que uno echa en falta la bandera del orgullo gay a la puerta de la mezquita de la M-30 de Madrid. No hay güevos. Porque un musulmán cabreado es mucho musulmán. Sí he visto fotos suyas vociferando ante una religiosa que pasaba por la calle, o a una chiquilla que se tapa los oídos. Con esas no hay peligro. Saben que no responderán. Hoy leo en la prensa que un grupo de peregrinos franceses, entre los que se encuentran menores de edad y una chica en silla de ruedas, ha denunciado el acoso sufrido en Sol. Así lo cuenta la Vanguardia: http://www.lavanguardia.com/20110824/54205792397/peregrinos-galos-denuncian-que-fueron-agredidos-insultados-y-humillados-con-un-latigo-en-sol-tras-la.html Cobarde, gallina, capitán de la sardina. Laicistas que gritan y vociferan a una religiosa, que insultan a chavales menores de edad, que acosan incluso a un grupo que lleva una chica en una silla de ruedas. No hay güevos. No los hay para ir a un legionario y decirle que somos un estado laico y que no saque el Cristo en la procesión. Ni mucho menos para ir a la puerta de la mezquita de la M-30 de Madrid con una banderita multicolor y gritar que quieren libertad para los homosexuales en los paises árabes y que son todos unos machistas. Y eso no lo hacen justo porque todas las religiones no son iguales. Los cristianos estamos educados para callar y no solemos responder. Los musulmanes sí responden y de forma expeditiva.