¡¡¡¡Gracias Santidad!!!!

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lunes, 25 de febrero de 2013

Campanas por el Papa, el 28 a las 8 de la tarde.

A las 8 de la tarde del día 28, sonarán las campanas de toda la cristiandad en honor del Papa Benedicto XVI. ¡Viva el Papa!

domingo, 24 de febrero de 2013

La historia de la vocación de Joseph Ratzinger

CATEDRAL DE SEVILLA: PALABRAS DEL ARZOBISPO EN LA MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS AL PAPA BENEDICTO XVI

Sevilla, Catedral, 24, II, 2013 Segundo Domingo de Cuaresma C 1. Iniciamos hoy la segunda semana de Cuaresma. En ella, la Iglesia nos invita a subir a Jerusalén para vivir con el Señor su Misterio Pascual, su pasión, muerte y resurrección. El Evangelio de este domingo representa la segunda etapa de esa subida, la transfiguración de Jesús en el monte Tabor y, con ella, la teofanía maravillosa en la que el Padre manifiesta la mesianidad y divinidad de su Hijo bienamado, que es tanto como decir la verdad más profunda de Jesús. En el Tabor, los Apóstoles entienden que no están siguiendo a uno de tantos maestros como en tiempos de Jesús abundaban en Palestina, o a un visionario más con promesas atrayentes. Es Dios mismo quien habla por boca de su Hijo; es Dios mismo quien resplandece radiante, en la persona, las palabras y los signos de Jesús. En el Tabor el Padre nos revela también a nosotros la verdad de Jesús, su misterio, su identidad más profunda, su divinidad, la belleza de su rostro y el atractivo de su doctrina, que provoca en nosotros la fe, nos invita al seguimiento y sostiene nuestra fidelidad, que en estos días de Cuaresma estamos llamados a purificar y fortalecer a través del desierto y el silencio, la oración más prolongada, la mortificación, el ayuno y la limosna. 2. Sin abandonar este clima de Cuaresma, en esta Eucaristía damos gracias a Dios por el pontificado del Papa Benedicto XVI, que el pasado día 11 de febrero, en un gesto insólito en la historia de la Iglesia, nos anunciaba su renuncia al ministerio de Supremo Pastor. No niego que la sorpresa y la pena se dibujó en nuestro rostro en esa mañana y que un cierto sentimiento de orfandad hizo presa de nuestro corazón. Muchos de nosotros hemos recordado en estos días la alegría con que acogimos su elección. A la caída de la tarde del martes 19 de abril de 2005, después de un cónclave excepcionalmente corto, Dios nuestro Señor nos concedía un nuevo Padre y Pastor, que se presentaba ante nosotros como un "sencillo y humilde trabajador de la viña del Señor", como un "débil siervo de Dios, que ha de asumir un cometido inaudito que supera toda capacidad humana". Su figura, bien conocida por sus largos servicios a la Sede Apostólica, fue recibida con gozo y esperanza por los hijos de la Iglesia, aquellos que se encontraban en aquellos momentos en San Pedro, la plaza mayor de la cristiandad, y quienes contemplábamos el acontecimiento a través de la televisión. 3. En los días siguientes, la biografía del Papa se nos fue haciendo familiar. Conocimos sus orígenes sencillos, la religiosidad de su familia, su humildad, bondad, afabilidad y alegría sobrenatural; su finura humana y religiosa, su vida austera, su extraordinaria inteligencia, su excelente preparación intelectual, sus trabajos teológicos sobresalientes, su conocimiento excepcional de la cultura actual y de la vida eclesial. Conocimos también su recia vida interior, su amor a Jesucristo y su entrega incondicional a la Iglesia, primero en el quehacer teológico y luego desde el ministerio episcopal, durante unos años como Arzobispo de Múnich, y después como colaborador cercano de Juan Pablo II en su tarea insoslayable de confirmar a sus hermanos en la fe. Frente a no pocas apreciaciones precipitadas y ligeras como se escucharon entonces, una personalidad no creyente, pero con una especial sensibilidad para conocer la verdad y hondura de las personas, me confesó en aquellos días: "los católicos no podéis dudar de que estáis en buenas manos". 4. No podía ser de otra manera, porque era el Espíritu Santo quien lo eligió y nos lo enviaba. Después vendrían sus viajes apostólicos, tres de ellos a España, incluyendo la inolvidable Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011, sus luminosas encíclicas, el riquísimo acervo de sus catequesis y homilías, de tanta riqueza doctrinal y belleza literaria; su servicio a la santidad de la Iglesia y del sacerdocio con decisiones llenas de valentía; su trabajo incansable a favor del ecumenismo y de la restauración de la unidad en el seno de la Iglesia; su servicio a la verdad revelada, protegiendo la fe del pueblo sencillo de adulteraciones o ambigüedades; y todo ello en medio de las grandes dificultades y tormentas que han rodeado su gobierno pastoral. 5. A lo largo de su pontificado, el Papa Benedicto ha ido haciendo un análisis extraordinariamente lúcido del mundo actual, un mundo autosuficiente y orgulloso de sus avances técnicos, un mundo que ha alumbrado una antropología sin Dios y sin Cristo, considerando al hombre como el centro y medida de todas las cosas, entronizándole falsamente en el lugar de Dios y olvidando que no es el hombre el que crea a Dios, sino Dios quien crea al hombre. Para una parte notable de la cultura moderna, la sumisión a Dios entraña una alienación intolerable. Por ello, la cultura occidental, ensimismada y cerrada a la trascendencia, en buena medida ha renunciado a la adoración y reconocimiento de la soberanía de Dios y, como consecuencia, ha perdido el sentido del pecado y de los valores permanentes y fundantes. 6. En estos años de fuerte ofensiva laicista, el Papa Benedicto nos ha predicado lo esencial: la primacía de Dios, que sólo Dios es Dios, que no puede ser sustituido por sucedáneos. Nos ha dicho además que la búsqueda de Dios, al que se puede llegar también a través de la razón, es el único camino de felicidad y plenitud. Nos ha recordado reiteradamente que si Dios “es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría, [pues] «sin el Creador la criatura se diluye»” (GS 36). Nos ha dicho también que “la experiencia enseña que el mundo sin Dios se convierte en un “infierno”, donde prevalece el egoísmo, las divisiones en las familias, el odio entre las personas y los pueblos, la falta de amor, alegría y esperanza”. 7. No pocos han subrayado en estos días el cristocentrismo del Magisterio del Papa Benedicto, que rompiendo tradiciones seculares, ha publicado en tres volúmenes, escritos a lo largo de estos años, una biografía de Jesús, que ha sido juzgada como un hito en la cristología de los comienzos del siglo XXI. Sus páginas rezuman amor ardiente a Jesucristo, razón de la vida del Papa, cuyo ministerio se inauguraba con estas palabras emblemáticas: “¡No tengáis miedo de Cristo!... Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la vida verdadera”. Él nos dijo también en la inauguración de la Asamblea del CELAM en Aparecida (Brasil) que “sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro”. 8. Benedicto XVI nos ha alentado en este Año de la Fe a renovar y fortalecer nuestra fe en Jesucristo, y a robustecer nuestro testimonio ante el mundo de que Él sigue siendo el único salvador, la única fuente de sentido y esperanza para el mundo y nuestra única posible plenitud. Anunciar a Jesucristo, nos ha dicho el Papa, “debe ser para nosotros un compromiso impostergable y primario”. Ha afirmado también que “Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás”. Nos ha dicho, por fin, que “cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva (cf. Hch 4,12)”. 9. Nos reunimos en esta tarde en torno al altar de Dios en nuestra iglesia catedral, madre y cabeza de todas las iglesias de la Archidiócesis, para asumir personal y comunitariamente este legado precioso que Benedicto XVI nos deja; para manifestar con nuestra presencia el amor, cariño y gratitud al Santo Padre; y para dar gracias a Dios por el pontificado excepcional que concluye el próximo días 28. Le damos gracias por todos los dones que la Iglesia ha recibido a través del que ha sido para nosotros la roca que confiere unidad al edificio de la Iglesia, el clavijero que ata y desata, el Vicario de Cristo, el “dulce Cristo en la tierra”, como le llamara Santa Catalina de Siena, signo vivo y visible de la presencia invisible de Jesús que guía a la Iglesia y nos conduce hacia la casa del Padre. Damos gracias a Dios por el ministerio petrino, gracias al cual, como si fuéramos contemporáneos suyos, nos vinculamos con Pedro, con su palabra y con su testimonio, y a través de Pedro con Jesús, como si formáramos parte de la primera comunidad cristiana presidida por el Señor. 10. En esta Eucaristía le pedimos fervorosamente que la bendición del Padre, la compañía de Jesús y la fortaleza del Espíritu Santo acompañen al Papa Benedicto en su nuevo ministerio de ocultamiento y de plegaria. Que le acompañe también nuestro amor agradecido y nuestra oración para que el Señor mantenga siempre firme su esperanza y su alegría. Tenemos muy presente en esta Eucaristía al Colegio Cardenalicio, que en unos días iniciará el cónclave, para que sea dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo y elija al Papa según el corazón de Dios, que la Iglesia y el mundo necesitan en esta hora crucial. Así sea. + Juan José Asenjo Pelegrina Arzobispo de Sevilla

"Renunciar no significa abandonar la Iglesia" :: Vaticano :: Religión Digital

Nuestro Párroco, acudirá  a Roma, acompañando al Arzobispo el próximo miércoles, con motivo de la peregrinación organizada para despedir al Santo Padre Benedicto XVI."Renunciar no significa abandonar la Iglesia" :: Vaticano :: Religión Digital

lunes, 18 de febrero de 2013

Misa de acción de gracias y despedida al Papa

DESPEDIMOS AL PAPA BENEDICTO XVI CON AMOR Y GRATITUD" Lunes, 18 de febrero de 2013 Comunicado del arzobispo de Sevilla, mons. Juan José Asenjo Pelegrina, en el que convoca a la Archidiócesis a una Eucaristía de acción de gracias por el Papa Benedicto XVI y anuncia la organización de una peregrinación diocesana para participar en la última audiencia del Papa. El pasado día 11 de febrero, memoria litúrgica de Ntra. Sra. de Lourdes, recibíamos con estupor y pena la noticia de la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI al ministerio de Supremo Pastor, para el que fue elegido el 19 de abril de 2005, y en el que permanecerá hasta el día 28 de febrero a las 20 horas. A lo largo de esa mañana, según iban pasando las horas, crecía en los católicos sevillanos la admiración por este gesto de libertad evangélica, humildad, generosidad, grandeza de alma y amor a la Iglesia. Al mismo tiempo, agradecíamos al Papa su entrega sin descanso al servicio de la Iglesia y su espléndido y luminoso Magisterio, plasmado en sus encíclicas, homilías y catequesis, todas ellas de gran riqueza doctrinal y belleza literaria. El Papa se retira a un lugar apartado para seguir sirviendo a la Iglesia con la plegaria. Le acompañan el cariño y la oración de los hijos de la Iglesia en Sevilla, que elevamos nuestra oración al Señor para que le conceda salud y muchas gracias sobrenaturales en la nueva etapa que ahora comienza. Al mismo tiempo, damos gracias a Dios por todos los dones que ha concedido a la Iglesia y al mundo a través de la figura egregia y venerable del Papa Benedicto XVI. En ellos reconocemos un signo del amor providente de Dios y el fruto más preciado de la comunión de los Santos. Para manifestar públicamente nuestro amor y gratitud al Santo Padre, junto con el señor Obispo auxiliar y el Consejo Episcopal, convoco a los sacerdotes, consagrados, seminaristas y los fieles de la Archidiócesis a la Eucaristía de acción de gracias, que tendremos en la Santa Iglesia Catedral el domingo 24 de febrero a las seis de la tarde. Al mismo tiempo, os anuncio que hemos organizado una peregrinación diocesana, que yo mismo presidiré, para participar en la última audiencia del Papa el próximo día 27 de febrero. Saldremos de Sevilla a primera hora del día 26, para regresar en la tarde del día 28. Para más información, podéis acudir a la página web del Arzobispado. Termino invitando a los sacerdotes de la Archidiócesis a programar en estos días cultos especiales en sus iglesias para dar gracias a Dios por el Pontificado que concluye, al mismo tiempo que pido a todos los diocesanos que comiencen ya encomendar al Colegio de Cardenales para que, dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo, elijan un nuevo Pontífice según el corazón de Dios. Sevilla, 18 de febrero de 2013 + Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla

martes, 12 de febrero de 2013

Para reflexionar en estos días

Con respecto a la Fe en la mente 1. El Papa ha explicado las razones de su dimisión en este documento. No debemos lanzarnos por la borda de las interpretaciones personales ni tampoco caer en las teorías de la conspiración que los medios seculares de comunicación, poco entendidos en temas de Iglesia, y ávidos de historias atractivas, ya empiezan a difundir. 2. Juan Pablo II no renunció al pontificado, a pesar de perder las fuerzas físicas, porque consideró que dimitir no era lo que Dios le pedía en el momento concreto que estaba viviendo. Benedicto XVI lo hizo, porque después de examinar su conciencia ante Dios, descubrió que esa era la voluntad del Señor para él y para la Iglesia. La razón de la dimisión de un Papa, más allá de las fuerzas o la edad, se encuentra en la relación personal con Jesucristo y la escucha amorosa de su Plan. En el futuro, nadie podrá exigir la dimisión de un Pontífice aduciendo quien sabe qué incapacidades; es una decisión que quedará siempre entre Dios y su Vicario. 3. La Iglesia es el cuerpo de Cristo, Él es nuestra cabeza y el Espíritu Santo nos dirige. Todas las fragilidades de la Iglesia no podrán resquebrajar jamás esta verdad fundamental. Dios es más grande que nuestro pecado. 4. La Iglesia es el pueblo de Dios y la componemos todos. No es un buen momento para enjuiciar decisiones pasadas ni para señalar nuevos rumbos desde la subjetividad personal. Es tiempo para tener un mismo corazón y para mirar el futuro con esperanza y unidad. Si quieres que la Iglesia cambie, como diría la Madre Teresa de Calcuta, empieza por ti. 5. Las reflexiones sobre el próximo Papa son interesantes, humanas y esencialmente inútiles. Creo que vale la pena tomar parte en estas discusiones en la medida en que se tenga claro que es el Espíritu Santo quien elegirá al sucesor de Pedro y que cualquier reflexión sobre la nacionalidad, la línea teológica, e incluso la santidad de los candidatos, son conjeturas y nada más que eso. El Espíritu Santo sopla donde quiere. Con respecto a la Fe en el corazón 6. La pena por la dimisión del Papa no puede ser un obstáculo para llenarnos de esperanza y alegría por la nueva etapa que la Iglesia está por emprender. 7. En algunos días tendremos un nuevo Papa en la proa del barco, guiando la Iglesia, y a un hombre de Dios, con la experiencia de haber ejercido el ministerio petrino, rezando desde la popa. ¿No es este un lindo motivo de esperanza? 8. El Papa no debe convertirse en un ídolo. Es una gran bendición cuando un Pontífice es también un hombre de Dios pero no debemos olvidar que esencialmente sigue siendo una persona frágil y pecadora. Nuestra obediencia y atenta escucha no dependen de sus cualidades humanas o su integridad moral, sino de su condición de Vicario de Cristo en la tierra. 9. No te aferres a ningún candidato y no dejes que los medios seculares de comunicación te hagan pensar que de salir elegido uno, todo saldrá bien, u otro, y todo saldrá mal. Lo primero, porque el Espíritu Santo te puede cambiar los planes. Lo segundo, porque el Espíritu Santo les viene cambiando los planes a ellos desde Juan XXIII (e incluso desde antes). 10. Reza mucho para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales electores y les permita ser un instrumento dócil a sus mociones. Ese es el mejor modo de participar en este momento crucial de la vida de la Iglesia. Con respecto a la Fe en la acción 11. Lee el documento donde el Papa hace formalmente su renuncia y explícale eso a quienes te lo pregunten. 12. Reza mucho por esta nueva etapa en la vida de Benedicto XVI. 13. No compartas ni tuitees información dudosa sobre el Papa, el conclave o los cardenales. 14. Infórmate con una buena agencia católica de noticias. Yo te recomiendo Religión en Libertad, Aciprensa o Aleteia . 15. Aprovechemos este tiempo de Cuaresma que empieza para ofrecer nuestra oración, limosna y ayuno, por nuestra amadísima Iglesia.

El cuarto Papa que renuncia al Pontificado :: Vaticano :: Religión Digital

El cuarto Papa que renuncia al Pontificado :: Vaticano :: Religión Digital

lunes, 11 de febrero de 2013

MESSAGGIO DIMISSIONI

EL PAPA BENEDICTO XVI RENUNCIA POR MOTIVOS DE FALTA DE FUERZAS

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice. Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

domingo, 3 de febrero de 2013

El Padre Pio y el Sacramento de la Confesión / Dibujos animados

Los sacramentos

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La Vida del Papa Juan Pablo II:No tengáis miedo en Musical en Alcalá

A alas 20:30, tuvo lugar la representación del Musical Juan Pablo II, que con motivo del Año de la Fe, el Arzobispo ha querido traer a Sevilla. D. Adrián Sanabria, Delegado para la Nueva Evangelización, hizo la presentación del acto. El Arzobispo estuvo acompañado por sacerdotes de la Archiocesis. El aforo estaba lleno y el grupo de jóvenes actores supo hacer vibrar a todos los presentes en el magnífico teatro recién estrenado de la localidad de Alcalá.