Fotografías de la III Asamblea de Laicos, que se celebró en el salón de actos del Seminario Metopolitano de Sevilla, bajo la presidencia dle arzobispo de Sevilla, mons. Juan José Asenjo Pelegrina (21 de noviembre de 2009). A él acudieron de la Parroquia Salvi y Toñi."La Iglesia necesita imperiosamente cultivar un catolicismo militante, en el sentido noble de la expresión, activo, fuerte, evangelizador, sin complejos y sin vergüenzas". En estos términos se expresó el arzobispo de Sevilla, mons. Juan José Asenjo, durante su intervención en la asamblea de laicos que se celebró la mañana del sábado bajo el lema genérico "La propuesta cristiana sobre la vida" y al que asistieron unas quinientas personas que abarrotaron el salón de actos del Seminario Metropolitano. La asamblea ha sido organizada por la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar.
El arzobispo hizo hincapié en la necesidad de un laicado "bien preparado, dinámico, misionero y con empuje (...), hombres y mujeres confesantes, de fe honda y vida espiritual profunda". En el curso de su alocución, mons. Asenjo se refirió al aborto como "un crimen abominable y, por tanto, nunca debería ser objeto de derecho". En este sentido, destacó que el aborto "no es progreso, sino regreso. Lo progresista -añadió- es defender toda vida".
"Los cristianos no podemos guardar silencio"
Más adelante apeló a la sensibilidad de los ciudadanos para "proteger a los más débiles", entre los que incluyó a los niños que mueren por inanición, las mujeres víctimas de maltrato, las personas que fallecen por las malas condiciones del trabajo o las víctimas del aborto y la eutanasia. Achacó la posible aceptación social del aborto a "un pensamiento débil y una pereza mental", ante lo cual "los cristianos no podemos guardar silencio".
El primer ponente de la asamblea, Manuel Clavero Arévalo, apeló a la responsabilidad de los cristianos en tiempos como éstos de crisis y, ante la posible nueva ley reguladoa del aborto, subrayó la doctrina del Tribunal Constitucional en la que destaca la protección del no nacido
Fotografías de la III Asamblea de Laicos, que se celebró en el salón de actos del Seminario Metopolitano de Sevilla, bajo la presidencia dle arzobispo de Sevilla, mons. Juan José Asenjo Pelegrina (21 de noviembre de 2009). A él acudieron de la Parroquia Salvi y Toñi."La Iglesia necesita imperiosamente cultivar un catolicismo militante, en el sentido noble de la expresión, activo, fuerte, evangelizador, sin complejos y sin vergüenzas". En estos términos se expresó el arzobispo de Sevilla, mons. Juan José Asenjo, durante su intervención en la asamblea de laicos que se celebró la mañana del sábado bajo el lema genérico "La propuesta cristiana sobre la vida" y al que asistieron unas quinientas personas que abarrotaron el salón de actos del Seminario Metropolitano. La asamblea ha sido organizada por la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar.
El arzobispo hizo hincapié en la necesidad de un laicado "bien preparado, dinámico, misionero y con empuje (...), hombres y mujeres confesantes, de fe honda y vida espiritual profunda". En el curso de su alocución, mons. Asenjo se refirió al aborto como "un crimen abominable y, por tanto, nunca debería ser objeto de derecho". En este sentido, destacó que el aborto "no es progreso, sino regreso. Lo progresista -añadió- es defender toda vida".
"Los cristianos no podemos guardar silencio"
Más adelante apeló a la sensibilidad de los ciudadanos para "proteger a los más débiles", entre los que incluyó a los niños que mueren por inanición, las mujeres víctimas de maltrato, las personas que fallecen por las malas condiciones del trabajo o las víctimas del aborto y la eutanasia. Achacó la posible aceptación social del aborto a "un pensamiento débil y una pereza mental", ante lo cual "los cristianos no podemos guardar silencio".
El primer ponente de la asamblea, Manuel Clavero Arévalo, apeló a la responsabilidad de los cristianos en tiempos como éstos de crisis y, ante la posible nueva ley reguladoa del aborto, subrayó la doctrina del Tribunal Constitucional en la que destaca la protección del no nacido
